Retorno a la maceta

Pimiento de Padrón en maceta

Como sabréis, si seguís habitualmente mi blog, este año he tenido varias ausencias de casa, por lo que mi plantel se ha ido al garete en múltiples ocasiones. Mientras tanto, nunca dejé de replantar, pero aún así con las salidas inesperadas todo se quedaba en el camino. Ahora, me toca otra vez mudarme. No sé aún a dónde, pero sin duda muy pronto. Por ello he hecho un repicado de unos pimientos de padrón a maceta.

A este plantel le tengo mucho cariño. Las semillas vienen de un pimiento que cogí en el huerto de un amigo. Momentáneamente lo había abandonado, y sólo quedaban los restos del verano. Por los esqueléticos y deshidratados tallos de las tomateras, que aún se aferraban por no sucumbir al paso de las estaciones, se podía ver el buen aspecto que tubo un día. Todo era desolador, salvo una planta que relucía con un pimiento rojo, como medalla de haber aguantado el frío y la lluvia. No pude sucumbir a cogerlo. El que hubiera aguantado más que ninguna otra planta pudo conmigo.

 Como es habitual, le saqué las semillas, esperé a que secaran un poco, y las guardé en un papel doblado dentro de un sobre. Todo bien rotulado con el nombre "Pimiento de Padrón de Guntín" y con la fecha de recolección.



Mi sorpresa llegó a la hora de hacer plantel. El pimiento de Padrón de mi amigo Guntín ha sido el primero en salir, el más rápido en crecer y el único que me aguantó una ausencia de una semana. Alguno ya está en el huerto, pero este todavía no tiene sitio. Mientras tanto, vuelta de nuevo a un pequeño macetohuerto, sin olvidar ni mucho menos, la república independiente de mi parcela. Eso sí, cuando tenga oportunidad, abandonará el pequeño recipiente para poder dejar crecer sus raíces bajo la tierra.